La caída de la cotización de los bonos de la deuda, especialmente los indexados por inflación, puede tener alguna motivación externa, pero fundamentalmente se debe a la falta de credibilidad del gobierno de nuestro país, y la carencia de una gestión eficiente en prácticamente todos los sectores del quehacer nacional.
La intervención del INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos), ha sido un error que el gobierno ya está pagando muy caro, puesto que la gente percibe claramente que la están engañando en lo que respecta al índice de inflación, y pensará lo mismo cuando se dé a conocer la tasa de desempleo y de indigencia. Los tenedores de bonos en estas condiciones paulatinamente los venderán y se refugiarán en otros activos, como puede ser el dólar, lo que contribuirá a su aumento, perdiendo valor el peso con una escalada de la inflación, que como todos sabemos es el más injusto de los impuestos, y a quienes más perjudica es a las personas de menores recursos, sectores a los que estos seudoprogresistas dicen defender, pero en realidad son a quienes más han perjudicado en la historia de nuestro país.