Incendios forestales en Rusia. Foto: Lanación.com
Días pasados, la NASA suministró fotografías obtenidas por uno de sus satélites donde se apreciaban múltiples incendios forestales en Rusia, en su inmensa mayoría en las proximidades de su capital, Moscú. Exceptuando los provocados por el ser humano, sean en forma intencional o por negligencia de acampantes que no apagan adecuadamente el fuego que producen para la preparación de sus alimentos, tales eventos de la naturaleza pueden ser ocasionados por un rayo o para prevenir que la superficie de los bosques no sobrepase cierto límite, que en caso de ser superado, se vería afectado el ecosistema.
Tal vez, a primera vista parezca absurdo, pero en realidad no lo es en lo más mínimo, puesto que la madre naturaleza también tiene leyes que se deben cumplir para que la flora y fauna se mantengan dentro de un estado de equilibrio, que si es alterado, las consecuencias repercutirán negativamente en todo el planeta en el mediano o largo plazo.
Los arqueólogos, han podido constatar que la desaparición de los dinosaurios se produjo hace 65 millones de años y, que el motivo fue un cambio climático originado por el impacto de un gigantesco meteoro que produjo un cráter de 170 kilómetros de diámetro en la península de Yucatán, situada en México, pasando el mundo de presentar un clima cálido y húmedo, a frío y desértico por la imposibilidad de los rayos del sol de llegar a la superficie debido a la formación de nubes de finas partículas de polvo, y la imposibilidad del crecimiento de los vegetales, que eran el alimento de los grandes saurios que poco a poco se fueron extinguiendo.
Charly W. Karl 