A. Landmesser. Foto: En la trébede
Los gobiernos dictatoriales han sido la peor calamidad social que ha debido soportar el ser humano, incluyendo a otros, que bajo una fachada pseudo democrática lentamente van anulando las libertades individuales hasta el punto en que los ciudadanos dejan de serlo para convertirse en súbditos del tirano. Cuando esto último sucede es por una larga serie de claudicaciones y muchas veces las soluciones suelen ser sumamente traumáticas; por esto mismo la defensa de las instituciones de la democracia debería ser una tarea irrenunciable de cada individuo, pero siempre en forma pacífica, puesto que de lo contrario sería situarse en un pie de igualdad con respecto a los que pretenden reglamentar la vida ajena convirtiendo al hombre en un ente.
August Landmesser, fue un valiente que se negó a efectuar el saludo nazi, sabiendo los riesgos que afrontaba por la crueldad de aquél oprobioso régimen que produjo un sufrimiento descomunal a decenas de millones de personas. A la hora de describir a una dictadura, no se debe incurrir en el error de aquellos que critican la violencia de un bando pero justifican la del otro, como sucede habitualmente, dando muestras de ser exactamente lo mismo que critican.
En el blog titulado En la trébede (recomiendo su lectura), se encuentra un esclarecedor artículo dedicado al Sr. Landmesser y las penurias que debió soportar tan sólo por pensar de manera diferente.
Charly W. Karl 