Nada más ni nada menos que 8 meses de trabajo, les demandó a los neoyorkinos Luke y Max Geissbuhler, desarrollar un proyecto que resultó más exitoso de lo previsto en un primer momento. Utilizando varios globos inflados con gas helio, como medio de transporte para elevar un iPhone con su cámara de filmación activada, lograron que el celular fabricado por la empresa Apple se elevara hasta una altura de 30500 metros en 72 minutos de vertical vuelo.
Gracias a un pequeño paracaídas y la información proporcionada por el GPS, el pequeño gadget tuvo un aterrizaje suave y pudo ser localizado en la copa de un árbol, a 48 kilómetros del punto de partida.
Según la Nasa, las imágenes fueron las mejores de la tierra obtenidas a partir de un proyecto realizado en forma particular.
qué interesante querido Charly!
Qué tal Marta, te envío un saludo.