Los exorbitantes impuestos que pagamos los ciudadanos, tienen por finalidad el financiamiento de las élites políticas y sus hiper-corruptos amigos, que llegado el momento, generan campañas de desinformación, guerras o atentados de falsa bandera para direccionar a la opinión pública global de acuerdo a sus intereses corporativos.
Este es el principal motivo por el cual pretenden regular lo que circula por la web, temen que una sociedad culta e informada les haga perder el omnímodo poder que detentan aquellas siniestras élites.