En la universidad tuve varios y muy buenos compañeros asiáticos (chinos, taiwaneses, coreanos y japoneses).
Me sorprendió el superlativo nivel que tenían en matemática, álgebra y estadística, y por este motivo, pienso que se deberían aplicar los mismos métodos de enseñanza de aquellos países, de los que de sus escuelas egresan sin excepción alumnos brillantes.