Los dos billetes que aquí se muestran, son la prueba más tangible de lo que ocasionan las políticas populistas, como la imperante en Zimbabwe.
En aquel país durante muchos años estuvo vigente el sistema de separación racial, denominado apartheid y, como la minoría blanca allí imperante no pudo resistir tanto como en su vecina Sudáfrica, no le quedó otra alternativa que una retirada desorganizada y permitir la realización de elecciones libres, donde los triunfadores fueron los que hasta ese momento eran los oprimidos, para posteriormente, convertirse en opresores de los habitantes pertenecientes a las numerosas etnias allí residentes.
Desde el año 1980, Zimbabwe es gobernado por un lunático llamado Robert Mugabe, que se mantiene en el poder gracias a toda clase de ardides y atropellos contra la propiedad, la libertad de expresión y descomunales fraudes electorales, llevando su país a un colosal caos económico y social por la emisión desenfrenada de papel moneda que siempre termina de la misma manera, en una feroz hiperinflación.
La siguiente fotografía es la más elocuente prueba de la pérdida del poder adquisitivo del asalariado de aquel desdichado país:
Como se pueden apreciar, las distorsiones entre el valor del dólar norteamericano y, la moneda local, llega a extremos inimaginables hasta en la más desagradable pesadilla:
Charly W. Karl 