
Sistema de coordenadas cartesianas (espaciales). Fuente: enciclopedia.us.es
Cuando me encontraba en la escuela secundaria a un profesor de física le pregunté qué opinaba de la teoría del campo unificado, sobre la cual estuvo investigando durante los últimos años de su vida Albert Einstein, y su respuesta fue que el gran científico alemán decidió ponerle fin al estudio sobre el complejo tema por ciertos hallazgos que le produjeron una sensación ambivalente, que al menos en forma pública jamás especificó. Quien logre dilucidarla por completo, sin lugar a dudas recibirá el premio Nobel de física.
El denominado experimento de Filadelfia para algunos es pura ciencia-ficción, mientras que para otros no existen dudas acerca de su verosimilitud. Según estos últimos, basándose en los trabajos de Einstein la armada norteamericana habría intentado hace muchísimos años atrás, probablemente a principios de la década de los años 50, no sólo convertir en indetectable para el radar sino en prácticamente invisible a un destructor (buque que tiene por finalidad la detección y neutralización de submarinos); experimento que habría concluido en un rotundo fracaso y que siempre fue negado por las autoridades navales estadounidenses.
Indagando minuciosamente en ese ambiente de compartimientos estanco donde la diferencia entre el mito y la realidad es muy difusa, y las interpretaciones pueden ser diametralmente opuestas y tan sorprendentes como correctamente defendidas partiendo de la abstracción más absoluta, o la evidencia más tangible, un grupo de investigadores afirma haber tenido contacto con al menos dos sobrevivientes del Eldridge, buque donde se efectuó el experimento comentado en el segundo párrafo del presente texto, quienes afirmaron, mostrando sus respectivos documentos, en los que se constataba de manera indubitable que prestaron servicios en la armada de su país.
Ambos marinos, siendo ya ancianos expresaron haber formado parte de la tripulación del buque objeto de la prueba y, fueron más lejos de donde los que realizaron la pesquisa pudieron imaginar. Afirmaron que una parte de la tripulación pereció en forma inmediata, mientras que el resto presentó quemaduras de grado variable por exposición a radiaciones; resultando lo más grave de todo que a los sobrevivientes les dieron de baja por motivos psiquiátricos, para que posteriormente si llegaran a comentar lo vivido pudieran ser inmediatamente refutados por las autoridades navales con el argumento de una supuesta psicopatología careciendo de toda credibilidad lo que informasen.
Que los principios de la física tradicional están en revisión no debería sorprender a nadie, desde el momento que el astrofísico Stephen Hawking afirmara que en las entidades estelares denominadas agujeros negros, no se cumple la segunda ley de la termodinámica y, de acuerdo con las presunciones de otros científicos, que la velocidad de la luz a diferencia de lo establecido en la teoría de la relatividad dejaría de ser una constante para convertirse en una variable.
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