Si algunos estando no el llano, sino en 2° subsuelo, asumen posturas violentas, como serían de llegar a tener aunque sea una mínima dosis de poder. Me gustaría sentarme a tomar un café, té o agua mineral con aquellos pusilánimes que se hacen los valientes detrás de una computadora amenazando a los que piensan distinto o parecido, pero nunca igual.
Respeto a todos, pero desconfío de algunos que conocemos muy bien, y que recurren a esas deleznables tácticas, de tirar la piedra y esconder la mano.